¿Qué tienen que ver El país de las maravillas, Sweetener y Perfect Illusion? | Análisis de Chromatica de Lady Gaga

Alicia en el País de las Maravillas es una obra de Lewis Carrol que cuenta las aventuras de la protagonista a través de un mundo de fantasía. Al margen de la película de Disney, lo interesante de este libro es cómo te narra todo lo que ve Alicia a través de los ojos y la forma de pensar de una niña. Para nosotros nada de lo que ocurre en la novela tiene sentido, pero todo tiene un sentido dentro de El País de las Maravillas; debido a que (spoiler) todo ocurre en su cabeza. Este lugar tiene mucho que ver con Chromatica, el nuevo disco de Lady Gaga.

El 28 de febrero recibimos el flamante comeback de Lady Gaga (mes arriba, mes abajo). La vuelta a las pistas de baile vino con la canción Stupid Love, un nuevo single que, para sorpresa de muchos, de nuevo no tenía nada. La camaleónica Lady Gaga, la artista de la que nunca puedes esperarte nada, de pronto había sacado una canción previsible; hecha con algunas melodías muy Born This Way, mezcladas con beats de ARTPOP. La realidad es que no sabía que Lady Gaga tenía un sonido, pero sin duda ese sonido era Stupid Love.

Después de esa vuelta algo descafeinada mis expectativas no estaban demasiado altas para este disco y no es de extrañar que a muchos Chromatica les sonara en su primera escucha a música de baile fácil de escuchar. Tenemos canciones como Free Woman, la Hair de este álbum que apela a la libertad de los más adolescentes. Tenemos 911, con sus vibes a las más machaconas de BTW, que nos habla de ser nuestros mayores enemigos. O Sour Candy, la colaboración con las BlackPink que sigue la estela noventera que empezó Swish Swish. Son eso, canciones de puro pop que te animan a bailar.

Es por eso que surgieron comparaciones nada desacertadas con la Madonna de Vogue y Confessions o, incluso, RuPaul. Ellas también beben de las discotecas de los 70 y la música de los 90 que las mezcló con la electrónica más cañera. Enigma, Replay y Babylon, las más old school, nos llevan a este mundo de glitter, desfiles de moda y coros gospel. Que, por cierto, son los temas más creativos y atemporales de todo el disco. Pero Chromatica de Lady Gaga esconde mucho más.

Porque si por un momento dejamos de bailar y prestamos atención a las letras, nos damos cuenta de que lo que estamos cantando nada tiene de alegre. Todas y cada una de las canciones hablan de tristeza, de llorar tsunamis, de que “no me lo estoy pasando bien esta noche” (Fun Tonight), de que se siente como una Plastic Doll o de que “perdió el amor y a nadie le importó” en Sine From Above. Esta última, un trallazo eurovisivo que nunca me habría imaginado de la mano de Lady Gaga y Elton John. ¿Qué nos está queriendo decir la cantante? La respuesta está en el segundo single Rain On Me junto a Ariana Grande.

La gran colaboración que ha devuelto a Gaga a los primeros puestos de las listas habla de asumir la tristeza, de “dejarse llorar” y hacer de eso una fiesta. Y es que si alguien podía hablar de estos temas, esa es Ariana Grande. El tan criticado álbum Sweetener sigue siendo, para mí, el álbum más triste de la carrera de la artista. Porque después de un trauma tan grande como el que sufrió con el atentado de Manchester, no es un disco dramático, sino todo lo contrario. Ariana estaba tan mal que no era capaz de cantar una sola balada sobre ello (de hecho, por eso nunca canta Imagine) y lo que decidió fue “edulcorar” la realidad. Darle la vuelta y transformarla en algo dulce y divertido, algo que le ayudara a evadirse y seguir adelante.

Qué curioso que uno de los discos con las letras más tristes de la carrera de Gaga sea tan tan bailable. Ni siquiera algo experimental como ARTPOP, sino puro baile fácil de escuchar. De hecho, a 1000 Doves llegas sin muchas ganas de escucharla ya. Eso es porque Chromatica es el Sweetener de Lady Gaga. Un mundo donde ve la realidad a través de un filtro con los colores muy saturados (de ahí el título) y los problemas se resuelven bailando. Ese es el País de las Maravillas que busca en la sorprendente y misteriosa Alice; ese mundo de fantasía, en este caso con estética futurista y ciberpunk, en el que “nadie es menos que nadie”, como proclama el cartel promocional. 

Los interludios Chromatica I, II y III, muy inteligentemente colocados, sirven para refrescar el ambiente y limpiar el confeti de la pista de baile. Introducen en la atmósfera y nos llevan en volandas por este mundo nuevo para nosotros y y así acentuar la vuelta al beat discotequero. 

Sabiendo ahora todo esto, volvamos a Stupid Love. Muchos os preguntaréis: ¿Por qué elegir una canción que suena tan a la Gaga del pasado como primer single de entre todo el álbum? Bueno, Lady Gaga nos lo explicó hace casi 4 años, concretamente en el primer single de Joanne: Perfect Illusion. Una canción que habla de su caída en la era ARTPOP, de que se sintió abandonada y se dio cuenta de que la gente no la quería tanto como ella pensaba. Que ese amor que recibía no era real, era otra cosa, era una perfecta ilusión.

Ese es el gran tema de Chromatica. Que ya es, no solo uno de los álbumes más compactos y trabajados a nivel conceptual de la carrera de Lady Gaga, sino uno de los más personales. Y es que no es casualidad que absolutamente toda la campaña de promoción del álbum se haya basado en las filtraciones, demostrando lo bien que Gaga conoce a su público. Solo que esta vez lo ha usado a su favor. Muchas letras del disco hablan de lo utilizada que se siente por sus fans y de lo desconsiderados que a veces han sido con ella. De la presión que siente por satisfacer sus demandas, a la vez que intenta batallar con sus otros monstruos, los que tiene en su interior.

Pero ahora, después de una época de depresión, como ella misma ha confesado, es cuando se ha dado cuenta de que ese amor estúpido e irreal, ese que recibe cuando hace bailar a la gente, consigue que se olvide de los problemas y le lleva a su propio País de las Maravillas. Un lugar lleno de color donde, aunque todo sea una ilusión perfecta dentro de su cabeza, es un poco más feliz.

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