Netflix Original. La nueva
serie de Carlos Montero, Darío Madrona y Ramón Salazar, entre otros nombres,
lleva una etiqueta algo diferente a otras ficciones que han hecho. Élite se
presenta como la segunda gran producción original del servicio de streaming,
por detrás de Las Chicas del Cable (y
obviando Paquita Salas, que viene de
Flooxer). Solo que esta vez, además, la propuesta no cuenta con grandes caras
que puedan respaldar el proyecto. Eso sí, pisa fuerte.
Pupitres, taquillas, fiestas y
amoríos. Nos gusta un instituto y, la verdad, se echaba de menos. La genial Merlí (de la que ya hice una reseña),
terminó a comienzos de este año y nos quedamos sin nuestra ficción de adolescentes
en la parrilla. Élite viene a cubrir
ese hueco y, ¿quién mejor que una de las mentes pensantes detrás de Física o Química para ponerla en marcha?
Carlos Montero tenía un reto
importante en sus manos, porque la juventud ya no es la misma. La Generación Z
es ahora la que ha tomado el mando y eso implica que las historias deben
contarse de manera diferente. De ahí que en la serie de Netflix hayan aparecido
personajes algo diferentes, con problemas que siempre han existido, pero
enfocados teniendo esta nueva forma de pensar en mente.
El VIH se muestra con mucha más
naturalidad, aprovechando para informar al espectador. Hay personas hetero y
personas gays, pero también existe un amplio abanico de sexualidades entre uno
y otro. Y como estos, muchos otros temas como la desigualdad entre clases, el
racismo o la corrupción.
¿Cómo defender
a un estudiante asesino?
Sin embargo,
Las Encinas no es un instituto normal. O, al menos, todo lo normal que puede
ser el instituto de una serie de estas características. La trama gira en torno
a un crimen, uno que sirve de hilo conductor y que nos hace sospechar de todos
y cada uno de los personajes. Y vemos los interrogatorios de los sospechosos. Y
hay saltos en el tiempo. Y, sí , también hay un trofeo. La referencia está
clara y las redes no se han cortado a la hora de comentarlo. How To Ger Away With Murder tiene una
estructura muy clara y Élite bebe
mucho de este esquema.
Pero eso no
quiere decir que la serie pierda personalidad. Hay veces que está bien fijarte
en propuestas que han conseguido con éxito sensaciones que tú buscas provocar
con la tuya. La de ABC ha sabido evolucionar muchos elementos de las series
estadounidenses consiguiendo un ritmo brutal en cada capítulo. Es importante
saber elegir bien a tus referentes.
Vuelven las
ficciones de photocall
Como he dicho, esta era una apuesta arriesgada por parte de Netflix, porque aunque no sea una historia que nunca hayamos visto, sí que lo eran las caras de quienes nos la contaban. La ficción española tiene un gran problema que es no saber promocionar un nuevo producto sin una cara conocida al frente. Es por eso que Élite se ha sentido como algo fresco que apetecía descubrir.
Porque el
hecho de que no asociemos a los actores con nada, hace que los asociemos con Élite. Son carismáticos y, sobre todo y
más importante, son talentosos. Y eso se agradece. Vuelven las grandes
presentaciones de series en España, como ya lo fueron las de Física o Química o El Internado.
Las Chicas del Cable fue la puerta de
entrada, una forma de que el público español colocara a Netflix en su radar con
algo que les fuera familiar. Paquita
Salas ha sido conversación. Un gran prescriptor que innovara y sirviera
para vender el servicio y darle entidad. Ahora Élite está llamada a ser el siguiente paso, el fenómeno del que
todos los jóvenes hablen. Y, a juzgar por el seguimiento de los actores en
redes sociales y la renovación por una segunda temporada, lo está consiguiendo.

Mamarracheo, puterío fino y secretos. 'Élite' es lo más, es el siguiente nivel a 'Pretty Little Liars' y ojalá 500 temporadas más con este nivel.
ResponderEliminarTotal jaja Me gusta más tu título de hecho.
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