8 de abril de 2008, Lady Gaga lanza su single debut, el tema que hasta ahora ha sido su mayor éxito hasta la fecha, Just Dance. Una canción divertida, sin pretensiones, que habla de solamente bailar y pasarlo bien. Stefani por fin había conseguido lo que tanto ansiaba, un contrato discográfico con Interscope Records, después de dedicarse a componer para otros cantantes y tocar en bares de Nueva York.
Diez años después, Stefani vuelve a debutar, ahora en la gran pantalla, junto a otro primerizo Bradley Cooper en la dirección. A Star Is Born ha llegado de nuevo a los cines con un nuevo remake (esta no debuta) llena de expectación y buenas críticas. Que si Lady Gaga merece el Oscar, que si Bradley Cooper canta como los ángeles. Lo cierto es que he intentado no hacerme expectativas, pero uno no es de piedra.
La película no cuenta nada nuevo. Jackson es un
reputado cantante de rock y Ally una camarera con un sueño frustrado. ¿Por qué
siempre es camarera? ¿No hay ingenieras con talento para cantar? Lo cierto es
que si de algo peca la propuesta es de ser muy previsible. Prácticamente en los
primeros cinco minutos ya conocíamos el final, aun sin haber visto las otras
versiones del guión. Sin embargo, el gran triunfo del nuevo A Star Is Born es conseguir que eso no
te importe en absoluto.
Como digo, es la cuarta vez que se graba una cinta
basada en esta historia. Han existido cuatro Allys y cuatro Jacksons, aunque
con otros nombres. Lo interesante de esta nueva propuesta es descubrir que este
nacimiento de una estrella puede contarse de una forma diferente.
El auge de la telerealidad es un hecho. Ya no solo
por el gran éxito de programas como Keeping
up with the Kardashians u Operación
Triunfo en España, eso siempre ha existido; sino por Facebook, Instagram y
YouTube. Como dice en una escena Jackson, “el talento no importa”, por eso en
los concursos de televisión no gana el que mejor canta. Lo que interesa es una
historia real, es tener algo que contar. Si Bradley Cooper hubiese grabado A Star Is Born como una película normal,
la habríamos visto como una película normal. Pero lo que él quería era que nos
implicáramos con los personajes, que sintiéramos que aquello había pasado de
verdad. Por eso la cámara casi nunca está fija, sino que las escenas están
grabadas cámara en mano y esta se mueve como en un documental.
Un documental que habla de la vida de dos cantantes.
Y es por eso que los momentos álgidos ocurren alrededor de actuaciones. Podría
parecer que estamos ante un musical, pero cualquier parecido con La La Land es fruto de la casualidad.
Porque en A Star Is Born, las escenas
más importantes ocurren en el escenario, pero sobre todo detrás de él. Es en
ese lugar, con los focos rojos y verdes filtrándose a través del telón, donde
ocurren las escenas más importantes de la película. Es por eso que el uso de la
luz y el simbolismo de sus colores tiene especial relevancia y la forma en la
que Bradley Cooper lo utiliza es una auténtica maravilla.
Y sí, como dicen las críticas, Lady Gaga y Bradley
Cooper están increíbles. Sus interpretaciones son geniales. Lady Gaga, especialmente,
tenía un reto muy importante. Como digo, hace diez años que cumplió su sueño y
lanzó su primer single. Un single pop. Y cambió de color de pelo. Y empezó a
cantar con bailarines. Y tuvo problemas con su representante. Hasta se ha
utilizado su última gira para grabar escenas de los conciertos. Es por eso que
podría parecer que estamos ante un biopic de la cantante. Pero Stefani no es
Ally y Ally no es Stefani.
La protagonista de A Star Is Born es una chica más femenina, más tímida y más dulce. Es
mucho más fácil interpretar un personaje totalmente diferente a ti, que uno que
comparte rasgos y vivencias contigo, porque aunque le ocurran cosas parecidas,
no le van a afectar de la misma forma, ni va a reaccionar como tú lo harías.
Y lo que me ha sorprendido todavía más es que esto
se ve reflejado también en sus voces. Cuando escuchamos a Bradley en la piel de
Jackson realmente parece que lleve años bebiendo, fumando y cantando rock.
Ella, sin embargo, usa más los falsetes y su voz suena mucho más clara de la
que estamos acostumbrados. Es otra demostración de lo que han cuidado cada
detalle.
Y sí, obviamente, tenemos que hablar de la banda
sonora. Prácticamente un nuevo disco de Lady Gaga, compuesto mayoritariamente
por ella, pero interpretado por Jackson y Ally. Son tres estilos los
protagonistas del álbum, porque son tres las fases que componen la película. El
enamoramiento y ascenso a la fama, la vida como estrella pop y el desenlace.
En la primera, el protagonista indiscutible es
Jackson, con un rock mezclado con folk que suena muy muy bien. Blak Eyes, Alibi, Diggin’ My Grave o Shallow son fantásticas. Esta última
además con una estructura muy peculiar (estrofa, estrofa, estribillo,
estribillo), como si estuviera sin terminar de componer. Bradley podría
plantearse lanzar música, porque definitivamente tiene talento para ello.
En el segundo apartado, es Ally la que toma el
relevo, interpretando primero canciones más orgánicas como Always Remember Us This Way, que sencillamente espectacular, y la
sorpresa Look What I Found, que
podría ser un tema de Amy Winehouse. Y después pasando a un pop más superficial
con temas como Heal Me o Hair Body Face (parece que The Cure podría haber formado parte de
este grupo), una fantasía de
canciones pop chicle con toques R&B y trap, muy radiofriendly.
Y por último tenemos los baladones. Porque sí, no
nos engañemos, Gaga ha venido a marcarse su I
Always Love You; y en vez de uno, mete dos. Porque Is That Alright? y I’ll Never
Love Again son eso, el gran baladón de su carrera. Un tipo de canción que
no encaja con el estilo de Lady Gaga, pero que aún así se echaba en falta en su
discografía. Ella, muy inteligentemente, ha aprovechado esta oportunidad y ha
demostrado su versatilidad a la hora de componer.
Si habéis llegado hasta aquí, habréis podido comprobar
que he sobre-analizado tanto la película como su banda sonora mientras la veía.
El ser seguidor de Gaga ha hecho que sea el más crítico de todos y por eso no
he llegado a emocionarme. Sin embargo, es precisamente ese el logro de A Star Is Born. Fui con una amiga al
cine y en la escena final me di cuenta de que es el primer producto de Gaga que
no está pensado exclusivamente para mí.
El éxito de la película es llevar el mundo de la
industria discográfica, las adicciones y problemas psicológicos de los
cantantes y las actuaciones musicales a gente que no necesariamente lo sigue
tanto. El que se interesen por este mundo y se emocionen con él. Después de salir
de la sala los dos corrimos a escuchar la banda sonora, porque queríamos seguir
disfrutando del mundo creado por Gaga y Bradley. Es esa la razón por la que las
canciones de la película están monopolizando las listas de éxitos de todo el
mundo. Yo no lloré con A Star Is Born,
pero mi amiga se emocionó como pocas veces la había visto.
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