Empezar de cero no es fácil, pero empezar de nuevo puede costar
incluso más. Cuando Barei se presentó a Eurovisión, yo no la conocía, como
muchos otros. Es por eso que la cantante siempre se lo tomó como una
oportunidad de difusión. Independientemente del resultado, todo lo que viniera
sería para mejorar.
Gracias a esto consiguió un contrato de un año (creo recordar) con
Universal Music, con los que lanzó una reedición de Throw The Dice, su segundo LP. El sonido de este álbum se basaba en
la mezcla del dance y el pop electrónico con elementos más orgánicos propios
del jazz o del R&B clásico.
Antes de acabar este contrato discográfico, Barei lanzó lo que
sería la puerta de entrada al álbum que tenemos ante nosotros, I Don’t Need To Be You. Con un videoclip
mucho más trabajado, grabado en la fábrica donde ahora se encuentra la escuela
de Fama A Bailar; la apuesta venía a tomar el sonido de la cantante y darle un
giro acercándolo a las últimas tendencias. El tropical house es el protagonista
en un tema que habla sobre la autoestima y la lucha contra el bulliyng.
Es en este punto donde Barei volvió a tener que remar en solitario
y comenzar una nueva etapa para fabricar lo que sería su tercer disco, You Number One. Como digo, I Don’t Need To Be You es decisivo para
entender este cambio en su estilo. Si en este primer single teníamos ese sonido
tropical tan contemporáneo, en el disco lo que vemos es una evolución,
explorando otras formas de enfocarlo.
De esta forma tenemos Loseen
up Get Me Higher o Worry, Worry. Ambas animan a perderse y dejar las preocupaciones atrás. Me imagino
escuchándolas en la playa con una cerveza en la mano, así que consiguen lo que buscan. La primera quizás innova
poco, pero en el single junto al rapero Porta, vemos cómo Barei busca darle una
vuelta introduciendo distorsiones vocales que la hacen más actual.
Como la propia artista explica, con este álbum buscaba darle
importancia a las melodías y usar ritmos más relajados. Es por eso que tenemos
otras canciones que tomando este sonido de base, se acercan más a lo que podría
ser un Love Yourself de Justin Bieber
o IDGAF de Dua Lipa.
Dos claros ejemplos de esto son I’m With
You y You Number One, canción que
da título al álbum. Estas sin duda son el núcleo del disco, en las que Barei habla
directamente a esa gente que puede estar sintiéndose solo y les dice que no
están solos y que son los números uno para ella.
You
Number One tiene una propuesta clara de sonido, sin embargo, esto no quiere
decir que haya dicho adiós a esa esencia Say
Yay! que tanto nos gustó en esa preselección de 2016. El dance y la
electrónica siguen presentes en Gotta Be
Today y Warning, dos temazos
discotequeros imprescindibles mientras nos
preparamos para salir de fiesta en el baño. Mientras que la primera nos puede recordar más a ese
aire Throw The Dice, la segunda juega
con el saxofón como ya lo hizo Cheryl en Crazy
Stupid Love o Carly Rae Jepsen en Run
Away With Me.
Aunque si hablamos de jugar con nuevos sonidos, sin duda lo más
interesante aparece cuando la artista se atreve a experimentar e introducir
sonidos tribales entremezclándolos con ese tropical house, sonando mucho más fresco. Ready Or Not y Not A Drama
son dos canciones muy diferentes pero que forman parte de un todo. La primera
es un tema bailable muy rítmico que toma la tendencia de cantantes como Camila
Cabello y lo fusiona con la esencia Barei. Uno de los puntos álgidos del álbum
y con el que no puedo dejar de bailar. En Not
A Drama tomamos este sonido y relajamos el ambiente, consiguiendo un tema
muy sexual que nos enseña otro lado de la madrileña.
Sin embargo, aunque seamos los reyes de la pista, todo el mundo
vuelve a casa y siente esa soledad de la que habla Lorde en Melodrama. Barei quería dar importancia
en este álbum también a los mensajes que lanzaba y es por eso que tenemos un
tramo final más emocional, lejos del volumen de los altavoces de la discoteca.
My
Fault es una balada que la cantante sabe interpretar de forma
desgarradora gracias a esa voz arenosa que tiene. Comienza de forma muy íntima,
pero rápidamente se transforma en un midtempo,
sonando muy interesante cuando lo mezcla con el saxofón que escuchábamos en
Warning.
De forma ya más “convencional” tenemos otras dos baladas. With The Flow tiene como hilo conductor
el piano que se vuelve más rítmico poco a poco. Aunque para mí el punto más
intenso viene con Bitter Cold, un
tema totalmente desnudo donde Barei vuelve a ser una niña frágil e indefensa.
Una canción preciosa.
Y llegamos al punto final del álbum con Hide and Seek. En la colaboración con Zeek lo que más destaca es lo
bien que encajan sus voces. A nivel de producción no me vuelve loco, aunque es
sin duda el mensaje lo que hace grande a este cierre. Porque cuando habla del
juego del escondite puede hablar de amor, de bulliying o de que antes se
escondía pero que volverá corriendo dispuesta a ganar el juego.
You
Number One es un álbum con una propuesta bien cerrada. A nivel de sonidos,
tenemos un conglomerado de tropical house que Barei exprime al máximo, sacando
todo tipo de variantes, más lentas o más bailables; experimentando incluso con
nuevos sonidos más tribales, que son la última tendencia ahora mismo.
Aunque el gran valor del tercer álbum de la cantante es transmitir
un mensaje que le representa y que conecta con sus fans y con la sociedad en la
que vive. Porque el bulliyng del que hablaba en I Don’t Need To Be You es solo una de las muchas consecuencias de
intentar ser otra persona. You Number
One va de libertad, de buscar ser nosotros mismos por encima de todo como
en I’m With You y de que una mujer
pueda vivir su sexualidad sin imposiciones como en Not A Drama. Barei tenía muy claro qué quería traer con su nuevo álbum y
lo iba a hacer con o sin sello discográfico; iba a sonar como quería, se llevara o no ese estilo en
España; e iba a hablar de los temas que quería, fuera o no un éxito en ventas. “Esta soy yo, no me compares”.

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