Crying In The Club es un tema pop de ritmo pausado, con esos toques tropicales que
se han ido escuchando en los últimos años. No por casualidad, utiliza un sample
de Genie In A Bottle de Christina Aguilera. Como si buscara que el
público identificara a su intérprete como ese tipo de popstar, una con raíces
latinas, que sigue las tendencias de la música y sorprende con su nivel vocal.
Este iba a ser el primer single del álbum debut de Camila Cabello: The
Hurting. The Healing. The Loving.
Para entender el porqué del cambio de título y, sobre todo, el
cambio de rumbo del proyecto, hay que escuchar otra canción, la que ha
catapultado a la ex integrante de las Fifth Harmony a los primeros puestos de
las listas: Havana. Recubierta de pop, el hit de Camila Cabello toma
esas raíces latinas y las pone en primer plano. Un piano muy rítmico y una
genial interpretación de Camila nos transportan a Cuba. Podríamos decir que la
cantante se ha sumado a la moda de lo latino, aunque es de las primeras dentro de la
escena angloparlante que lo hace con un tema propio; pero el éxito de Havana
va más allá. El tema producido por Frank Dukes consigue todo lo que Crying
In The Club intentaba sin éxito, dotar a Camila de un mensaje. Camila
no tiene raíces latinas, Camila es latina.
Camila abre con el track Never Be The Same, hablando de este
cambio y de que, gracias al público y a sus fans, ha conseguido encontrar su
sitio dentro de la música. Siendo el ejemplo viviente de que los “dreamers”
(los inmigrantes latinos que viajan a EE.UU.) pueden tener éxito y cumplir
sus sueños. Una pena que, a pesar del pegadizo agudo y de los toques
tribales en la producción, se me haga algo básico cuando llega al estribillo.
Muy inteligentemente y en tiempo record, Camila Cabello ha tomado
parte del disco que ya tenía preparado y ha introducido dos instrumentos con
los que encontrar esa esencia latina en el disco: la guitarra y el piano.
Gracias a este enfoque, la cantante y sus productores han conseguido
dar unidad al disco y, a su vez, hacerlo variado. De esta forma tenemos
canciones algo más lentas e íntimas como son All These Years o la
fantástica Real Friends. Las dos hacen referencia a los últimos años en
los que Camila tuvo que buscar qué era lo que de verdad quería y encontrar
personas en las que confiar (clara referencia al grupo).
Pero de la misma forma tenemos She Loves Control, que
utiliza las mismas guitarras para traernos un tema bailable y divertido.
Cantado single para el verano, que muestra a una Camila más cañera y
empoderada.
Y de la guitarra pasamos al piano, a ese que ya nos introdujo Havana.
Siguiendo esta estela tenemos el tropical Inside Out, que ha ido
mejorando con las escuchas, gracias a lo alegre que es y a la interpretación
desenfadada de Cabello. Nos gusta un spanglish.
Pero si en la anterior nos hablaba de que quería conocer a alguien
por dentro y por fuera, en Consequences tenemos una respuesta algo
agridulce. En esta balada nos habla de que querer de verdad a alguien hace que,
cuando duele, duela de verdad.
Pero como nos cuenta en Something’s Gotta Give: “que no
haya ninguna razón para quedarse es una buena para irse” (que sería como la
cara B de Million Reasons). En tracks como estos vemos cómo Camila
Cabello además es una gran compositora que, aunque haya tenido ayuda, puede
darnos frases célebres en su carrera.
Sin embargo, tanto en Consequences, como en Somthing’s
Gotta Give o In The Dark, vemos cómo la composición está por encima
de la producción, que se queda algo corta.
Y cerramos con Into It, un tema aparentemente muy sexual,
que podría estar firmado tanto por Taylor Swift como formar parte de Emotion
de Carly Rae Jepsen. Digo aparentemente porque creo que además nos habla de
la escena musical, de que por fin está aquí y viene a darlo todo, como hace en
prácticamente todo el álbum.
Camila Cabello firma su primer álbum de estudio con más aciertos
que errores. Gracias a su hit mundial, consigue posicionarse como la
cantante estadounidense latina por excelencia, dando visibilidad a los
dreamers dentro de la escena pública internacional.
Además, gracias a que utiliza elementos orgánicos como la guitarra
o el piano dentro de la producción, se une a esa tendencia de la vuelta a
las raíces y la imagen de cantautora. Sin embargo, si los estadounidenses
lo hacen con el country, ella lo hace con sonidos latinos.
Camila está lejos de ser perfecto. Para tener solo diez canciones, tiene
demasiadas baladas y ritmos lentos que, aunque tengan buenas letras, pocas
destacan en producción. Sin embargo, con su primer disco Cabello ha creado una
base que muchos cantantes imitarán en los próximos meses; y de eso pocos pueden
presumir.
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