¿Alguien se acuerda de Lena Meyer?

Hola poperos míos. Perdón por subir esto un día más tarde, pero ya sabéis, mejor tarde que nunca. Además, ya estoy en Verano y eso es bien. Hoy, siguiendo con la temática eurovisiva de estas semanas, vengo a hablaros de una de las ganadoras de los últimos años, sí, la chica que cantó Satellites con esa gracia. Con todos ustedes, Lena Meyer. 

En la edición de Eurovision 2010 -no es que no sepa poner tildes, es que con Iurovishon nunca sé cuando poner... #inteligencia-, Alemania presentó una chica joven, sola, sin nadie. Ninguno daba un duro por ella, o por lo menos eso decía el comentarista, por esa época no me enteraba yo de las apuestas. El caso es que, contra todo pronóstico, ganó. A mí tampoco me llamó en exceso la atención, a parte de descargarme Satellites en el móvil.

Lo que sí me hizo fijarme un poco más en ella fue su actuación del año siguiente, porque sí, se volvió a presentar; en este caso con Taken By Stranger. ¡Qué transformación! La que solo un año antes era una chica tímida, pero con gracia sobre el escenario, ahora era una mujer con clase. -¡Dadme un poco de lo que se ha tomado!- En cualquier caso, aunque me fijara más en ella, no llegué a informarme más, a parte de descargarme la canción de ese año.

Unos años después fue cuando de verdad empecé a seguirla. Estaba Jas en uno de esos momentos en los que escucha demasiada música y está harto de la que tiene, cuando se le ocurrió buscar a esa chica que le había llamado la atención en Eurovision. ¿Qué me encontré? Bien, con cada candidatura, Lena, que no es tonta, había lanzado un disco. El primero un poco infantiloide y el segundo con esa clase que desprendía en la actuación y un toque más acústico que el primero. Sin embargo, lo bueno vino cuando escuché el tercero que acababa de lanzarse: Stardust.

De este disco sigo sin pasar ninguna canción. Lena -ahora sin el Meyer- había digievolucionado a un sonido jazz-soul, mezclado con la clase que le caracteriza. El álbum tenía canciones más movidas y otras más lentas, casi acústicas, pero todo bajo un mismo sonido. Además, la imagen del álbum estaba muy bien pensada, con tonos dorados y todo muy bien cohesionado -ya sabéis que esto me obsesiona un poco-. Lo dicho, un discazo. 

Y llegamos a la actualidad. Hace unas semanas, Lena lanzó su cuarto LP, Crystal Sky -sí, de "Polvo de Estrellas" a "Cielo de Cristal", todo muy estelar-. En este caso, tenemos la esencia Lena del anterior, pero cambia totalmente de estilo. En el álbum lo que abunda es un sonido más ambiental, con esos pequeños detalles en la producción que se están poniendo tanto de moda -Ejemplos: Sparks de Hilary Duff, Somebody To Love de Conchita-. También aparecen en alguna canción ritmos más marcados y aires electrónicos como en el primer single, Traffic Lights, que es una mezcla entre Sparks y Burn de Ellie Goulding. 

En cuanto a la imagen del disco, ahora se va al blanco y negro, para contrastar con el anterior. Lo original de las portadas es que simula ser un caleidoscopio o de filtros de cristal con la foto de Lena, por eso del Crystal. Pega muy bien con el estilo del álbum y sigue manteniendo esa coherencia que tenía en Stardust. 

Así, con este pequeño análisis de su último disco, termino. Creo que Lena es una cantante con una voz muy personal que, a partir de ese polvo de estrellas, está haciendo las cosas muy bien pensadas. Este cuarto paso está bastante bien, aunque no supera a la personalidad del anterior. Yo os animo a que le echéis un ojo oído a su Spotify porque tiene canciones bastante buenas. Mandadme por twitter qué os ha parecido si la escucháis.