Adiós a Ke$ha, la mamarracha

¡¿Qué haces Jas?! ¡No has empezado un Hablemos de diciendo Hablemos de...! Ya lo sé, ya. A veces hay que hacer sacrificios, me debo al arte literario. Por cierto, hola. Esta semana os vengo a hablar de una cantante que lo petó en su momento, pero que ahora está desaparecida en combate, Ke$ha. 

Allá por el 2009, aparecía en nuestras radios una nueva cantante que protagonizaría el final de ese año y todo el siguiente. Ke$ha, con el símbolo del dólar, llegaba con Tik Tok, aunque a algunos nos sonara de un videoclip anterior. Poco antes había despegado Lady Gaga y esta otra rubia venía a cubrir un perfil de extravagancia similar (me refiero a The Fame, no a las eras posteriores), pero enfocado mucho más a un público joven y sobre todo a un público fiestero. Porque eso era Ke$ha, pura fiesta. Pero fiesta en plan bien, no como el último vídeo de Tokio Hotel (no os recomiendo verlo).

Con esta premisa fue lanzado Animal, un disco fresco, bailable y despreocupado. De él salieron temazos tan potentes como el nombrado Tik Tok, Blah Blah Blah, Your Love Is My Drug o Take It Off. Este disco no tenía un mensaje que lanzar, no aspiraba a nada más (y nada menos) que divertir. 

Visto el éxito del proyecto, la rubia y su discográfica anunciaron un The Fame Monster, es decir, Cannibal. Esta reedición añadía ocho canciones y un remix al tracklist inicial y nos trajo un par de hits más a la colección: We R Who We R y Blow. Estas reediciones sí que valían la pena y no como las de ahora... ¿Eh, Beyoncé? Además de esto, en esta época colaboró con Britney en el remix de Till The World Ends. 

Tres años después de aparecer, Ke$ha comenzó los preparativos para Warrior, su segundo álbum. El concepto del álbum era similar a su antecesor, solo que en vez de hablar de la fiesta en concreto, se centró más en el existencialismo, en vivir el momento. Esto combinado con algún toque sobrenatural. En esta época llegó a decir que había retozado con un fantasma. Cosas de la promoción, ya sabéis. 

A mi parecer, el disco estaba a un nivel muy alto; de hecho, lo recomendé en su momento. Lanzó como singles Die Youg, C'Mon, Crazy Kids y Dirty Love, aunque había muchas otros temazos, como Supernatural o el mismo Warrior. Sin embargo, que fuera bueno no le bastó para triunfar. Le pasó un poco como a Leona Lewis con su segundo disco; al principio lo siguió petando por las expectativas, pero luego las ventas bajaron. Al final de esta era hizo como en la anterior, y se marcó una colaboración estelar, esta vez con Pitbull y su Timber. 

¿Qué pasó después de esto con Ke$ha? Bien, tuvo una serie de trastornos alimenticios, según ella, provocados por las drogas y el acoso a los que le tenía sometida Dr. Luke; y por eso le demandó. No voy a entrar en estos temas, más que todo porque no tengo ni idea y para cotillear ya tengo twitter. 

Después de la rehabilitación anunció algo que, para muchos será una tontería, pero para mí es una declaración de intenciones: Ke$ha ya no se llamaría así, sino que ahora firmaría con el nombre de Kesha. Parecerá lo mismo, pero no lo es. Precisamente ese símbolo del dólar representaba su perfil fiestero y despreocupado. Ya no será nunca más Ke$ha la mamarracha; algo de lo que me alegro por su salud, aunque no sé cómo repercutirá eso en su música. 

Ahora mismo solo sabemos que ha estado apareciendo en el programa Rising Star, que tampoco es que haya tenido un éxito arrollador. Lo único que sabemos de su próxima música es ese tema que se filtró y luego fue lanzado para el disco de un DJ, Lover. En esta canción Kesha, sin el dólar, aparece mucho más psicodélica y alternativa. Veremos si es ese el camino que sigue. Entre los rumores que aparecieron estaba que iba a regresar a finales de 2014, algo que no ha pasado, y que iba a tener como productor principal de su tercer disco a Zedd, nada menos -a este ahora lo vamos a tener hasta en la sopa-. 

¿Tenéis ganas de escuchar lo nuevo de Kesha? ¿Pensáis que se va a volver más alternativa? ¿O evolucionará hacia otros sonidos, también comerciales, con la mano de Zedd? La verdad es que yo tengo muchas ganas de ver qué trae de nuevo.